Era las 7am. aproximadamente, salimos rapidamente del hotel rumbo al puerto de Puno. Un dia antes tambien habiamos ido ha hacer las averiguaciones correspondientes de como llegar a las islas del lago titicaca porque con algunas personas con las que habiamos conversado nos decian que teniamos que separar un cupo en alguna agencia turistica pero por ahi nos dijeron que solo vayamos al puerto que nos saldria mas barato.
Como queriamos ahorrarnos algunos soles fuimos al puerto donde el tour costaba 30 soles que constaba de 2 dias para visitar la isla de los Uros, la isla de Amantani y la Isla de Taquile. Ahora la gran pregunta fue y donde nos hospedaremos en el medio del lago? que en realidad mas parecia un oceano, felizmente que al comprar el boleto del tour nos indicaron que los pobladores de Amantani daban hospedaje que incluia para el primer dia almuerzo y cena y al dia siguiente un rico desayuno y creanme que asi fue, no era abundante pero si consistente.
Bueno continuo con mi relato.
Salimos en una lancha de dos niveles, el primero era cerrado mientras pero preferimos irnos en la parte de arriba para ver todo el paisaje y tomar algunas fotos y grabar algunos video desde ahi. Ahi conocimos a 2 franceses, 1 mexicano, 1 español y 2 de australia. Lo bueno es que la chica francesa sabia español porque estaba estudiando en Perú por intercambio estudiantil. En este momento no recuerdo bien sus nombres.
Pasaron 30 minutos y llegamos a la Isla de los Uros, donde las casas estan hechas de fibras, en un inicio creia que era una sola isla pero era un conjunto de pequeñas islas, y en cada una había una casa. También había un mirador pero por tonta no me subí. Ahí también venden artesanía y lo que me sorprendió fue ver a una señora bien "grande" y bien oscura,( ya la verán en las fotos), me sorprendió porque era diferente al resto.
Ahi estuvimos aproximadamente de 30 a 40 minutos luego empezó el viaje a las Isla de Amantaní. El viaje duraría aproximadamente 3horas a mas y el frio era insoportable a pesar de que había salido el sol. Lo que atiné es a ver el paisaje y luego me quedé dormida entre bultos y mochilas. aunque no lo crean fue una siesta muy agradable y relajante. Llegamos a Amantaní y subimos por unos pequeños caminos de tierra hacia la parte alta de la isla y fue al bajar de la lancha que a mi amiga y a mi nos llevaron a una casa y al resto a otras.
La estadía no seria muy cara porque fueron 20 soles por persona e incluia comidas.
Llegamos a la casa del señor y eran unas habitaciones sencillas pero cómodas, nos instalamos y fuimos al comedor a almorzar.
Luego fuimos a la plaza que estaba a casi al costado, por donde nos hospedamos había un camino no había nada de cuadras y llegamos a la plaza si siguiendo por un costado fuimos rumbo a Pachatata donde hay un mirador.
La subida es tediosa porque como es altura falta el aire así para hacer más fácil la subida la hice de espaldas. En una parte de la subida que es todo empedrado encontramos una división del camino, ahora vino la incertidumbre porque no sabiamos si ir por la derecha o por la izquierda. Al final fuimos por la derecha y resultó que era el camino más largo ploppp.
Caminamos y caminamos hasta que llegamos a la cima de la isla y nos tomamos un mate de muña para el estomago y para la altura. El paisaje era impresionante porque se podía ver toda la isla y todo el lago y hacia donde uno veía lograbas observar la isla del sol y de la luna que pertenecen a Bolivia, era como dije realmente impresionante. Lo malo que la caminata fue como casi de 1hr o algo más y estuvimos un rato en el mirador y luego tuvimos que bajar porque ya estaba oscureciendo.
Bajamos lo más rápido que pudimos pero al llegar la noche recién habíamos llegado a la plaza, lo malo es que no nos acordabamos donde era la casa del hospedaje y caminamos por el supuesto camino que creíamos pero nos perdimos entre los árboles y la oscuridad, felizmente encontramos a alguien que andaba por ahí. Con temor le preguntamos por la casa del señor ( del que no recuerdo su nombre) y nos dijo que nos llevaría si le dabamos un sol. En ese momento preferí darle el sol en vez de quedarme en medio de la oscuridad porque en nuestros intentos por llegar casi nos metimos en la casa de otra familia.
Así fue como llegamos al hospedaje y el chico que no llevó había sido sobrino del dueño del hospedaje.
Sólo nos quedaba esperar al día siguiente para salir a la muy popular Isla de Taquile.
Me encanto tu relato, estoy planeando hacer este paseo con mi esposo y mis,dos jovenes hijos para julio, gracias por tu descripción.